En este número se hace referencia a los saberes tradicionales reconocidos como conocimientos prácticos, habilidades y prácticas que se desarrollan, mantienen y transmiten por generaciones dentro de un grupo o comunidad, los cuales pueden registrarse y estudiarse a partir las manifestaciones materiales por disciplinas como la arqueología. Los saberes tradicionales suelen ser dinámicos, se modifica y resignifica frecuntemente en función de las características  que identifican a cada cultura y comunidad.