Fundador y exponente de la arqueología conductual, publicando las bases en 1976 en su libro Arqueología del comportamiento. Una de sus más interesantes propuestas, es el énfasis en el registro de aspectos culturales y no culturales para estudiar los procesos de formación del registro arqueológico, y en 1972 propuso su cadena conductual. También es de los primeros arqueólogos que promueven acciones para la gestión de recursos culturales. En 1977 funda el Laboratorio de Tecnología Tradicional de la Universidad de Arizona impulsando experimentos para conocer las características tecnofuncionales de distintos artefactos. En 2011 analiza tecnologías modernas y modernas tempranas. En 2014 se retiró, pero sigue contribuyendo en investigaciones con el Centro Lemelson del Museo Nacional de Historia de los Estados Unidos y con el Instituto Smithsoniano. Colabora como parte del Consejo Editorial de la Revista Chicomoztoc