Arte participativo: entre el trabajo social y la utopía
DOI:
https://doi.org/10.60685/filha.v11i15.2230Palabras clave:
arte participativo, Joseph Beuys, Thomas Hirschhorn, Pablo Helguera, eficacia estética, trabajo social, comunidad, utopíaResumen
El presente artículo tiene como objetivo desentrañar las posibilidades y limitaciones políticas del arte participativo desde la perspectiva de la eficacia estética propuesta por Jacques Rancière, con la intención de mostrar que sus efectos políticos son más relevantes cuando se enfatiza su carácter contradictorio y su capacidad de mostrar el conflicto, que cuando se tratan como modelos éticos y de comunidades armónicas. Esto implica revisar su doble papel como arte y trabajo social, los modelos utópicos y de comunidad que propone, la función de éstos y los modos de participación de los espectadores que experimentan la obra. Se define el arte participativo, el lugar que ocupa en el contexto del arte contemporáneo y el entorno político-social que propicia la intersección entre arte e intervención social en la actualidad. Se revisa la eficacia estética, como la define Rancière. Finalmente, se usa una selección de obras y posturas de los artistas Joseph Beuys (Oficina para la Democracia Directa y la Universidad Libre Internacional), Pablo Helguera (Escuela Panamericana del Desasosiego) y Thomas Hirschhorn (Monumento a Gramsci), para analizar el doble papel del arte participativo como arte y trabajo social, y los modelos utópicos y comunitarios que propone. Para ello se contrastarán las ideas de Rancière y comentarios de críticos, curadores y participantes que experimentaron las obras de primera mano, presentados a manera de escenas breves.