Reseña del libro: Semiótica del no. Lecturas de un presente ambiguo
DOI:
https://doi.org/10.60685/filha.v18i28.2038Palabras clave:
semiotica, ocultamiento, simbolismoResumen
En un mundo construido en clave afirmativa, cuya existencia es atendida por filosofías y ciencias en positivo, el espacio del No ha quedado mayormente excluido. A estas disciplinas les ha bastado por regla la compleja realidad para ocupar siglos de tradición. Es otro el esfuerzo que se requiere para postular el vacío del cero y el dominio de lo negativo. La filosofía del No fue postulada por Gastón Bachelard apenas el siglo pasado. De unas décadas antes data la conformación que hoy conocemos de la semiótica como disciplina que estudia los signos y que, al hacerlo, comprende que la vida de estos transcurre en un plano distinto del despliegue de la materia. En su Tratado de semiótica general (1975. México: Nueva imagen y Lumen), Umberto Eco desarrolló algunas consecuencias del pensamiento de Charles Sanders Peirce y definió la semiótica como teoría de la mentira, en tanto disciplina que estudia aquello que puede ser usado para mentir, incluso para construir mentiras correctas. Mientras tanto, los criterios de verificación quedaron como propios de otras ciencias y disciplinas, si bien no exclusivos de ellas.