La sutil cercanía
Palabras clave:
literatura, letras, letras uaz, encinaResumen
El coleccionismo tuvo su explosión con la revolución industrial, a mediados del siglo XVIII, y sus ondas de expansión se desplegaron por todo el siglo XIX como una hidra que echaba raíces en todo sitio, en insospechados lugares. No es que antes no existiera tal actividad humana, pero estaba destinada a una élite que poseía los recursos económicos, tiempo de esparcimiento y educación para dirigir sus intereses. Una visita a los museos, teatros, centros y edificios culturales de ciudades antiguas nos da la oportunidad de observar que a esa élite le interesaban los muebles, el arte, las propiedades urbanas y campestres, y objetos nimios como porcelana, tapetes, joyas y libros. Sus intereses iban de lo macro a lo micro por la misma avenida. Lo querían todo y a la mano. La historia da la oportunidad de catar, sin importar la procedencia social, el interés que la humanidad ha abrigado por atesorar cosas más allá de los costos o rareza o fineza.