Reflexiones, enseñanzas y aprendizajes en pandemia Sars-2-Covid-19: alimentación saludable e inmunidad

Resumen

La pandemia por la que atraviesa México y el mundo entero es una de las peores tragedias mundiales que
ha vivido la humanidad. La historia registra con precisión los ciclos devastadores en salud, educación,
economía, sociedad en general y la vida misma que han tenido las plagas, las pandemias y las nuevas
enfermedades.
La Organización Mundial de la Salud (en adelante OMS) señala que el 80% de la población infectada
con el Sars-2-Covid-19 (Covid-19) se recupera sin ningún tratamiento especial. Es decir, la enfermedad
los ataca, sin embargo, el sistema inmunológico de más de tres cuartas partes de la población mundial
responde con eficacia al agente invasor. En el 20% restante, un 15% requiere atención médica y 5% atención
especializada y, por lo general, cuidados intensivos y respiración asistida. En este último porcentaje
de población en peligro se encuentran las personas mayores de 60 años y aquellas en condiciones de
vulnerabilidad: sobrepeso, obesidad, diabetes II, hipertensión arterial, con cardiopatías, cáncer, deficiencias
inmunitarias, entre otras1. Dichas enfermedades no transmisibles, son producto en la mayoría de los
casos de un estilo de vida disfuncional donde la alimentación es un factor determinante además de otras
conductas como el sedentarismo y la vivencia de altos niveles de estrés, principalmente.
En nuestro país se ha enfrentado desde hace varios años una situación importante en salud presentando,
por un lado, los problemas originados por hábitos de alimentación inadecuados y en el otro extremo,
las complicaciones por deficiencias en nutrimentos. Hoy en día 7 de cada 10 adultos mayores de
20 años padecen sobrepeso y obesidad, y 3 de cada 10 escolares y adolescentes. A la par, se reporta que
8.6 millones de adultos padecen diabetes mellitus, 15.2 millones tienen hipertensión arterial y un poco
más de 1.6 millones algún tipo de dislipidemia2. Asimismo, los datos de mortalidad señalan que las tres
causas principales de muerte en la población adulta están relacionadas con inadecuados hábitos alimentarios,
como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus y tumores malignos3. A partir de
la pandemia por Covid-19, sabemos que estas enfermedades junto con el sobrepeso y la obesidad son
factores que aumentan la gravedad de ésta en las personas que la padecen. Además, se ha subrayado la
importancia de la relación existente entre la calidad de nutrición y la respuesta del sistema inmunológico
(SI) en las enfermedades cronicodegenerativas (en adelante ECD) y las infecciosas.