MIME-Version: 1.0 Content-Type: multipart/related; boundary="----=_NextPart_01D95665.9C9B2840" Este documento es una página web de un solo archivo, también conocido como archivo de almacenamiento web. Si está viendo este mensaje, su explorador o editor no admite archivos de almacenamiento web. Descargue un explorador que admita este tipo de archivos, como Windows® Internet Explorer®. ------=_NextPart_01D95665.9C9B2840 Content-Location: file:///C:/8F419852/1365-Textodelarticulo-6430-1-6-20230131_GALERADA2.htm Content-Transfer-Encoding: quoted-printable Content-Type: text/html; charset="windows-1252"
Transición del etiquetado nutrimental =
en México.
factores
que dificultan su efectividad en jóven=
es
universitarios
Adriana Esparza Reyes=
*
Cristina Almeida Pera=
les
Pascual G. García Zam=
ora
Maestría en Ciencias =
de
la Salud con Especialidad en Salud Pública, UAMH y CS, UAZ.
*Correo-e: adri.esrey@gmail.com<=
/a>
Resumen
El objetivo del ensayo fue analizar la transición del etiquetado
nutrimental en México y los factores que dificultan su efectividad en pobla=
ción
universitaria. En los últimos años se ha manifestado la necesidad de tener =
un
sistema de etiquetado que sea fácil de comprender y que promueva la elecció=
n de
productos alimenticios saludables. Anteriormente, las etiquetas GDA se
implementaron entre el gobierno mexicano y la industria de alimentos
procesados; no obstante, careció de sustento científico y requería cálculos
matemáticos o conocimientos avanzados sobre nutrición para poder ser
interpretadas. Con la presión de agrupaciones civiles y bajo el contexto de
obesidad en México, se dio una transición del etiquetado en el 2020 por los
Sellos de Advertencia, implementados exitosamente en países de Sudamérica y
Europa, tienen el propósito de comunicar de manera sencilla el contenido
excesivo de nutrientes críticos, sin embargo, se han presentado controversi=
as
al respecto. Por su parte, existen limitaciones en la efectividad del
etiquetado, como son las actitudes hacia una dieta saludable, conocimientos
sobre nutrición y falta de comprensión.
Palabras clave: Etiquetado nutrimental, sellos de
advertencia, guías diarias de alimentación.
The objective of the es=
say
is to analyze the transition of nutritional labeling in Mexico and the fact=
ors
that hinder its effectiveness in the university population. In recent years,
there has been a need to have a labeling system that is easy to understand =
and
that promotes the choice of healthy food products. Previously, GDA labels a=
re
implemented between the Mexican government and the processed food industry;
however, it lacked scientific support and required mathematical calculation=
s or
advanced knowledge about nutrition in order to be interpreted. With the
pressure of civil groups and in the context of obesity in Mexico, there was=
a
transition from labeling in 2020 to Warning Seals, successfully implemented=
in
South American and European countries, with the purpose of easily communica=
ting
excessive content of critical nutrients, however, controversies have arisen=
in
this regard. On the other hand, there are limitations in the effectiveness =
of
labeling, such as attitudes towards a healthy diet, knowledge about nutriti=
on
and lack of understanding.
Keyw=
ords:
Nutritional labeling, Warning labels, =
Guideline
Daily Amount.
En México el 29 de octubre de 2019 se autorizó el cambio de etiqueta=
do
nutrimental de alimentos. La versión previa eran las Guías Diarias de
Alimentación (GDA), las cuales no obedecían a una política integral para
disminuir la pandemia de sobrepeso y obesidad de la población, ni tampoco p=
ara prevenir
las enfermedades crónicas asociadas, como la diabetes mellitus tipo dos y l=
a hipertensión
arterial. De este modo, el sistema de etiquetado frontal de alimentos vigen=
te,
llamado Etiquetado de Advertencia o Etiquetado de Sellos de Advertencia, cu=
enta
con sustento científico que lo respalda como uno de los mejores en su tipo =
para
fomentar la elección de alimentos saludables entre la población. Sin embarg=
o,
su reciente inserción en los productos del mercado nacional, propició la
existencia de controversia respecto a su interpretación entre los diferentes
actores involucrados.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la salud
(OMS), una etiqueta es cualquier marbete, rótulo, marca, imagen u otra mate=
ria
descriptiva o gráfica que se haya escrito, impreso, marcado, marcado en rel=
ieve
o en huecograbado o adherido al envase de un alimento. Las etiquetas
proporcionan información nutrimental e ingredientes de los alimentos,
información de las dosis cuando se trata de medicamentos, etcétera. También=
se
imprimen notas de advertencia relativas al uso, manejo y aplicación del
producto. Asimismo, el código de barras se utiliza en las etiquetas para
efectos de control de inventario y del precio del producto. Las etiquetas s=
on
parte importante del diseño de un envase y ayudan en la comercialización y
venta de los productos (Herrera C., Rafael, A., Gómez, V., Del Toro, A., Ja=
iro,
J., 2012).
Estas guías se basan en un sistema propuesto en Europa, e indican la cantidad y el porcentaje =
de
grasa saturada, otras grasas, azúcares totales, sodio y energía (en kcal) p=
or
el contenido total del envase, y por porción; además, contienen la imprecisa
leyenda «porcentaje de los nutrimentos diarios». La información que contien=
en
corresponde a los componentes reconocidos como críticos desde la perspectiv=
a de
la salud pública, mientras que los valores de referencia que utiliza se
desarrollaron con base en una dieta de 2000 kcal, que corresponde al consum=
o de
energía para una mujer adulta sana que realiza actividad física moderada =
span>(Kaufer-Horwitz et
al., 2018). En la figura 1 se
muestra un ejemplo de etiqueta GDA.
Figura 1. etiqueta gda
Fuente: Alianza por la Salud Alimentaria, 2=
017
La interpretación de las GDA requiere de operac=
iones
matemáticas para saber las calorías por empaque, cantidades adecuadas para =
su
consumo y, de este modo, poder evaluar la calidad del producto, por lo tant=
o,
el proceso de comprensión de estas etiquetas se vuelve más complejo para la
mayor parte de la población. Además, contiene términos no específicos, como
“azúcares totales” y “otras grasas”, sin hacer diferencia entre si =
son
azúcares “añadidos” o “grasas totales”. Es importante resaltar que los “azú=
cares
añadidos” son nutrimentos críticos asociados al sobrepeso, obesidad y
enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes mellitus y la
hipertensión arterial, además, el valor de referencia para azúcares totales=
no
sigue la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, que es de 25=
g
(cantidad máxima recomendada de azúcares añadidos en una dieta de 2000 kcal=
en
promedio para un adulto), (Sanchez =
et
al., 2018). Derivado de las críticas publicadas y sustentadas sobre
estas características, el proceso de cambio del etiquetado se colmó en
conflictos de interés entre la industria alimentaria de los productos
procesados.
Durante los inicios del siglo XX, se confirmó la epidemia de Obesida=
d y
el gobierno de México puso sobre la agenda la necesidad de contrarrestar la
evolución de ésta. Por lo que, desde el año
2010, se desarrolló el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria (ANSA), q=
ue
tuvo el objetivo de prevenir los problemas de sobrepeso y obesidad mediante=
la
norma oficial mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 "Especificacio=
nes
generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas
preenvasados- Información comercial y sanitaria" (Kaufer-Horwitz
et al., 2018), además de un conjunto de
estrategias encaminadas a regular la venta de alimentos en el entorno escol=
ar,
desaparecer la comida “chatarra” de las escuelas, normar la publicidad de
alimentos y bebidas densamente energéticas dirigidos a población infantil y=
el
impuesto a bebidas azucaradas.
No obstante, estas medidas perjudicaron los interes=
es
de la industria alimentaria, quienes en primer lugar, habían implementado p=
ara
sí las reglas de publicidad mediante el código PABI; en segundo lugar, cont=
aban
con una serie de acuerdos privados para la venta, expendio y publicidad de =
sus
productos en la mayoría de los planteles educativos del país; y tercero, las
GDA resultaban ser el formato ideal para cumplir con el establecimiento de =
un
etiquetado nutrimental. De esta manera, el ANSA se vio entorpecido por una
serie de amparos y pactos políticos por parte de las empresas involucradas
quienes frenaron la implementación de un etiquetado de alimentos adecuado c=
on
sustento científico (Almeida, 2016).
Fue desarrollado por un grupo de académicos de la Universidad de Chi=
le y
en junio de 2016, se implementó en este país la Ley Nº 20.606, que señala la
obligatoriedad del uso de un símbolo octogonal negro, con letras blancas, q=
ue
indica “alto en energía”, “alto en azúcares”, “alto en sodio”, o “alto en
grasas saturadas” cuando los alimentos envasados superan límites específico=
s de
estos nutrientes. Los alimentos que están envasados pueden llegar a tener h=
asta
cuatro sellos que indican su condición de altos en nutrientes críticos, como
grasa, sodio y azúcar (Reyes, 2018).
Figura 2. Sellos de advertencia
Fue=
nte:
Conacyt México, 2020.
Este tipo de etiquetado tiene el propósito de comunicar de una manera
directa, fácil, rápida y sencilla sobre la energía y productos críticos del
producto que contribuyen al desarrollo del sobrepeso y la obesidad y otras
enfermedades crónicas no trasmisibles. En México, se utilizan octágonos y la
palabra “exceso”, porque se considera de mayor asociación con un producto no
saludable en la población mexicana; también incluye leyendas precautorias s=
obre
el contenido de edulcorantes artificiales y cafeína, pues su consumo no es
recomendable en niños. Asimismo, en la etiqueta de los productos preenvasad=
os
pueden incluirse sellos o leyendas de recomendación o reconocimiento por
organizaciones o asociaciones profesionales con evidencia científica, objet=
iva
y fehaciente; para esto, los productos no deben exceder uno o más de los
nutrimentos críticos añadidos (López, 2020). La implementación obligatoria =
del perfil
nutrimental del etiquetado de advertencia en México consta de tres fases (B=
arquera,
2020):
1.
Primera fase. Del 1 =
de
octubre de 2020 al 30 de septiembre del 2023. En esta etapa se evalúa el
contenido de nutrimentos críticos añadidos. Por ejemplo: si se agregan
azúcares, se deberán evaluar azucares y calorías; si se agregan grasas, se
deberán evaluar grasas saturadas, grasas trans y calorías; si se agrega sod=
io,
solo se deberá evaluar el sodio.
2.
Segunda fase. Del 1 =
de
octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2025.
Se procede al cálculo y evaluación de la información nutrimental
complementaria se realizará de la misma manera que en la primera fase.
3.
Tercera fase. A part=
ir
del 1 de octubre de 2025. El etiquetado de advertencia debe incluir sellos =
con
las leyendas “Exceso calorías” “Exceso azúcares” “Exceso sodio” “Exceso gra=
sas
saturadas” “Exceso grasas trans”; además de las leyendas “Contiene
edulcorantes, no recomendable en niños” y “Contiene cafeína evitar en niños=
”,
para informar que contiene ingredientes que no son convenientes en los niño=
s.
También incluye micro sellos para las presentaciones de los productos que s=
on
muy pequeños como los dulces, y así evitar que queden exentos de la leyenda=
de
“exceso”. Respecto a la tabla de información nutrimental, se cambió el nomb=
re a
“Declaración nutrimental”, en la que se expone sólo el contenido de grasas
saturadas y trans, y el contenido de todos los tipos de azúcares.
Empero, se cree que el nuevo etiquetado de
Advertencia en México ha generado controversia en los expertos. Por un lado,
las sociedades libres de conflicto de interés como agencias y organizaciones
internacionales, asociaciones no gubernamentales, como del sector público,
academia y sociedad civil, apoyan la implementación del etiquetado de
Advertencia. Por otro lado, la industria alimentaria trata de defenderse al
ocultar de cierta manera el etiquetado frontal en los productos con mayor
cantidad de sellos; ocultan los sellos con otros productos de promoción, o
acomodan los productos de manera que los sellos de advertencia no queden a =
la
vista del consumidor (Barquera, 2020).
De acuerdo con Dos Santos, Baeza y Tucunduva (2009), las actitudes
alimentarias pueden definirse como las de creencias, pensamientos,
sentimientos, comportamientos y su relación con la comida, y estas actitudes
pueden impactar de manera importante en la salud. Los universitarios creen =
que
alimentarse de manera saludable beneficia la salud física y mental, pero de=
ntro
de las desventajas de este tipo de alimentación se encuentra que la compra y
preparación de alimentos saludables es más costosa y les toma mucho más tie=
mpo
que alimentarse en base a comida rápida. Asimismo, los estudiantes que estu=
dian
fuera de su lugar de origen, declaran que implementar una alimentación
saludable sería más sencillo si vivieran en familia y sus madres se hicieran
cargo; los estudiantes no sienten ninguna presión social por alimentarse
adecuadamente (Sánchez et al., 2019).
Tener conocimientos sobre la nutrición es de vital importancia para
mejorar la salud. Existe evidencia científica de que los conocimientos sobre
nutrición son insuficientes en los alumnos de licenciaturas relacionadas co=
n la
salud. Según un estudio sobre el análisis de los conocimientos básicos en
nutrición de alumnos de las áreas de enfermería, medicina humana y nutriolo=
gía
del Estado de Chiapas, se encontró que los promedios más altos correspondie=
ron
a alumnos de la licenciatura en nutriología; en segundo lugar a los estudia=
ntes
de medicina, que tuvieron significativamente mayor puntaje que los de
enfermería, siendo estos últimos los que mostraron menores conocimientos =
span>(López et al.,=
2017).
Como se ha mencionado con anterioridad,=
las
etiquetas GDA requieren de conocimientos básicos sobre nutrición para ser
interpretadas correctamente. En este sentido, sólo el 6 por ciento de los
participantes de un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud
Pública, consideró al etiquetado GDA fácil de comprender, a pesar de que 72=
por
ciento ha visto las GDA frecuentemente en los empaques de alimentos. Del mi=
smo
modo, los participantes de bajos ingresos utilizaron menos y comprendieron
menos las etiquetas GDA, y reportaron menor influencia en su selección de
productos (Kaufer-Horwitz
et al., 2018). Asimismo Aponte-Correa y
Cabrera (2017), determinaron que el nivel de conocimiento sobre el etiquetado
nutrimental se relaciona de manera importante con el estado nutricional de =
los
estudiantes de la carrera de Medicina Humana, pues se demostró que los
estudiantes con alto conocimiento nutricional tenían un peso normal, y los
estudiantes con bajo peso y obesidad solían tener un nivel de conocimiento
bajo.
La claridad y sencillez del etiquetado nutrimental es primordial par=
a su
comprensión. Por falta de ello, es común que las etiquetas sean frecuenteme=
nte
ignoradas. En este sentido, la investigación de Hernández y Rodríguez (2020=
),
reportó que los estudiantes universitarios tienen poco interés por la calid=
ad
de su alimentación y que probablemente no sepan interpretar la información =
que
se presenta en las tablas nutricionales de los productos. Sin embargo, otra
investigación confirmó que gran parte de los jóvenes no lee los rótulos
nutricionales, y la minoría intenta hacerlo, pero son muy pocos quienes log=
ran
comprenderlos y utilizarlos debidamente (Gerbotto, M., Galia, M., Ojeda, F.=
N.,
Romanutti, E., 2019).
El etiquetado nutrimental es una de las estrategias que busca contri=
buir
en la mejora de la salud y la calidad de vida. La primera etapa del etiquet=
ado
con Sellos de Advertencia apenas comenzó, lo cual sugiere que es necesario
informar correctamente y educar a la población para comprender su propósito,
pues es precisamente la desinformación y la falta de educación en temas de
alimentación y nutrición una de las principales causas de la controversia q=
ue
se ha generado con la implementación del nuevo etiquetado de alimentos.
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Rojas-Russell M, Moreno L, Hunot C, Nava E, Ríos-Cortázar V, Palos-Lucio G,
González L, González-de Cossio T, Pérez M, Borja-Aburto VH, González A,
Apolinar E, Pale LE, Colín E, Barriguete A, López O, López S, Aguilar-Salin=
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